La Depresión es espantosa. Podés estar en uno de tus mejores días y de la nada, en un parpadeo, todo se viene abajo. Sin ningún motivo aparentemente, repentino. No importa si tenés trabajo, si estás rodeado de tu familia o de la gente que te quiere. Se hace todo muy difícil, desde ir al laburo, caminar por la calle y ni te cuento de entrar a un kiosco a tratar de comprar una bolsita de caramelos o de que alguien quiera darte un abrazo. Aún con todo el universo a tu favor, te sentís vacío y sólo, triste para ser más exacto.
Los ataques de pánico se vuelven tan comunes como desayunar, si es que te levantás con ganas. Despertarte con el ánimo explosivo, con ganas de hacer tantas cosas juntas que bien sabés que no te va a alcanzar el día para hacerlas, se te van a los dos minutos. ¿Tenés una idea de lo que es vivir eso casi todos los días? Me imagino y espero que no. Es insoportable. Cuando no aguantás más, considerás las salidas más fáciles. Lo hacés una y otra vez mientras pensás "¿Qué tal si...?" hasta que ponés el freno de mano y te olvidás. Te replanteás todo y te decís "no seas boludo, saliste de cosas peores. Va a llevar tiempo nomás ".
La ayuda profesional es el camino adecuado, que nunca te dé miedo ni mucho menos vergüenza ir a ver a algún doctor. Pedir ayuda es lo más valiente que podés hacer, no lo dudes. Lo que también tenés que saber es que no hay ninguna solución rápida, todo lleva tiempo y mucha paciencia.
Siendo autorreferencial, hace como tres años que vivo así. Mi peor momento fue el año pasado, que directamente ni existió para mí. Ataques de pánico diarios, ganas de morir constantes, no encontrarle sentido a nada, ni a la vida misma. Las pocas veces que te soltás delante de alguien, es casi imposible explicar en palabras lo que vivís; y también es difícil que la otra persona lo entienda. No por falta de empatía, sino por la ignorancia que le tenemos todos a las cosas que desconocemos.
En este momento puedo darme el lujo de decir que estoy bien, que me siento mejor. Pero tampoco voy a negar que todo quedó atrás porque eso es mentirme a mí mismo y a la gente que me está ayudando. Hay veces que me cuesta pero definitivamente ya no es como antes. Puedo sonreír honestamente.